Ayer en la noche alguien pasó bañando mi carro de aceite. Quisiera pensar que fue una mala broma sin ir dirigido personalmente, pero si no es así y alguien tiene algo que decirme, que me lo diga a la cara, y no detrás de actos cobardes como este.
No hay nada más triste y patético que aquellos que se esconden detrás de ataques anónimos. Pura cobardía.