Anoche fui a ver El Salvador: Los Archivos Perdidos del Conflicto, el documental sobre el conflicto armado en el país, narrado por muchos de los actores políticos más importantes de la época. Salí de la sala de cine con un revoltijo en la cabeza. Habiendo nacido en 1985, mis memorias sobre la guerra son pocas, y obviamente en el momento no tenía forma de entender qué estaba sucediendo. A pesar de haber estudiado mucho sobre el conflicto, no es lo mismo leer sobre él que ser presentados la realidad humana de la época de boca de aquellos que estuvieron involucrados en ella.
Uno no puede salir de ver algo así sin preguntarse, ¿cómo llegamos a eso? ¿En qué momento pierde el ser humano la concepción del valor de la vida? ¿Cómo llegamos al punto de irracionalidad colectiva en el cual hace más sentido decidir matarnos los unos a los otros? ¿En qué momento se vuelve una mejor opción de vida coger un fusil con el propósito de matar a otro ser humano?
Los salvadoreños tenemos poca memoria histórica. Es una forma de guardar las heridas. De olvidar el dolor. De tratar de seguir adelante. Pero es peligroso tratar de enterrar esas emociones colectivas, pues es inevitable que resurjan y encuentren otros escapes. Es necesario recordar, conocer y entender. Pero no para señalar culpables. Debemos hacer conciencia de lo que pasó, pero no para despertar odios ni para promover revanchismos, sino para aprender a entendernos los unos a los otros. Solo así trascenderemos las paredes que al día de hoy nos dividen.
El odio, la violencia, el extremismo, la muerte. Ninguna de estas tiene ideología. Tienen razones de ser, tienen causas, tienen consecuencias, pero no tienen colores, ni filosofías, ni ideologías políticas. Debemos reconocer los errores históricos que nos llevaron a la locura. Debemos entender los causantes de la irracionalidad colectiva que causó tanta muerte y sufrimiento. Debemos aceptar que no existieron héroes y villanos, sino que víctimas, muerte y destrucción.
Reflexionando sobre la guerra, siento que la lección más importante no la aprendimos. En la política pueden haber adversarios, pero nunca enemigos. Al final debemos ser todos hermanos. Al final todos queremos y merecemos lo mismo, una vida digna y la oportunidad de salir adelante. Aquellos que promueven el odio, lo hacen por beneficio propio, no porque exista verdad detrás del conflicto que incitan. Hoy nuestra sociedad sigue dividida, los rencores siguen vivos y el peligro de volver a caer en la locura no ha desaparecido.
Podemos tener ideas diferentes, pero no debemos dejar que eso nos divida. Debe imperar la sensatez política, la voluntad de discutir, la capacidad de considerar ideas diferentes, de adaptarse a nuevos tiempos, de alcanzar entendimientos, y sobre todo, de entender que queremos construir lo mismo. Somos las nuevas generaciones, aquellas que apenas recordamos la guerra, quienes tenemos la responsabilidad de demostrar que esto es posible. Debemos estudiar el pasado, para saber no repetir sus errores. Por el amor a nuestro prójimo, a nuestra patria y a nuestras vidas, no caigamos en la tentación de revivir y continuar los odios políticos que a algunos les convienen, pero que han desangrado tanto a nuestro pueblo y a nuestra nación.
Con respecto a las preguntas que formuló en un principio «¿cómo llegamos a eso? ¿En qué momento pierde el ser humano la concepción del valor de la vida? ¿Cómo llegamos al punto de irracionalidad colectiva en el cual hace más sentido decidir matarnos los unos a los otros? ¿En qué momento se vuelve una mejor opción de vida coger un fusil con el propósito de matar a otro ser humano?». Me parece que se llega a eso cuando las condiciones que vida que se le están dando a las personas son inhumanas y aveces es muy difícil de comprenderlo y pensamos que es «una locura» pero la verdad es ,que es el reflejo de cargar tanto tiempo con injusticias, impunidad, explotación, maltrato, humillación,robos, corrupción ,hasta que llega un punto que las personas no pueden soportar más éstas condiciones, se cansan y por más que se haya tratado de buscar soluciones pacíficas, legales y democráticas con las personas causantes de todo ese tipo de abusos, éstas jamás ceden para mejorar las condiciones y contrario a eso empeoran, por lo que la gente decide buscar por vías violentas una mejor vida para la sociedad en general el problema es que no toda la sociedad tiene conciencia de lo que es mejor para todos y lo que es mejor para unos pocos por lo que la mayoría de ocasiones muchas personas defienden intereses ajenos. El punto es que aveces es «necesario» el que acontezcan este tipo de hechos para mejorar un poco las condiciones porque hay que aceptar y es la realidad que muchos de los abusos cometidos por el estado de manera descarada como masacres por manifestarte o pensar diferente hoy en día han desaparecido gracias a todas todas las personas que dieron su vida por ello. Lo que hay que tener en cuenta ahora, es que debemos aprender de todo lo sucedido y unirnos como país, no tener intereses divididos y luchar por lo que nos beneficie a TODOS, buscar igualdad de oportunidades no importa quien seamos solo unidos de ésta manera vamos a lograr avanzar y evitar que la historia se repita.
Me parece mas acertado este comentario que el post en sí. Responde exactamente a da una de las preguntas que formulael auor…
Me parece muy acertado el comentario de Gabriela. Creo que mas apegado a la realidad.
Tus escritos me parecen extraordinariamente inteligentes (Como que la heredaste de tu abuelo, el Dr. Rochac, hombre brillante y bueno) y te expreso mi gratitud anticipada por el esfuerzo que logras de orientar a nuestra juventud. Recibe un abrazo de felicitación. Roberto Meza
P.D. Soy el Papá de Luis Meza
Muchísimas gracias por sus comentarios.
El Dr. ciertamente es una gran inspiración. Alguien visionario que aportó muchísimo de sí por el país. Necesitamos hoy en día más gente como el.
Saludos,
Rodrigo
Para mi el mensaje principal es que hubo causas importantes en las mentes de muchos que pudieron haber provocado la guerra. Pero el fondo del inicio, consecución y terminación de esta fue la ideología comunista, de obtener el poder total y mundial sin importar los medios ni las muertes para lucrarse. La terminación de esta fue la falta de fondos y por ende el cambio de estrategia, tomarse el poder total por la vía democrática para convertirla en una vía autocrática. Para muestra, solo observemos los burgueses ahora en el gobierno y a nuestra patria cada vez más contaminada de injusticias, pobres y desempleados. Adonde está quedó el amor a los pobres?
me gusta, pero esto me dejo clavado:
«Debemos entender los causantes de la irracionalidad colectiva que causó tanta muerte y sufrimiento. Debemos aceptar que no existieron héroes y villanos, sino que víctimas, muerte y destrucción.»
Si importan los causantes, pero ya no tanto fijate. Heroes y villanos si existen. No se substituyen por víctimas, muertes o destrucción.
La historia nunca se repite. Si se circula en las representaciones, pero no hay historia igual que la otra
solo la evolución de la conciencia puede cambiar la realidad de nuestro país,empezemos por la evolución individual………y habremos contribuido mucho
esto es contagioso.
«Por el amor a nuestro prójimo, a nuestra patria y a nuestras vidas, no caigamos en la tentación de revivir y continuar los odios políticos que a algunos les convienen, pero que han desangrado tanto a nuestro pueblo y a nuestra nacion»
En mi parecer, este puento es de mucha importancia. La clase politica a sido nefasta para los intereses de la sociedad. La corrupcion sobre todo esta metida en los organos de estado. ¿cuales son los politicos que continuan sembrando el odio entre los mismos ciudadanos? seria bueno hacerle ver a la misma poblacion las intenciones de esta clase politca.