Nuestra Limitada Realidad
Los seres humanos entendemos la realidad a través de los cuentos y las historias que nos contamos. La evolución programó nuestros cerebros para forzar un sentido al mundo de la poca información con la que podamos contar en cualquier momento. Fue una necesidad biológica de sobrevivencia entender causa y efecto, y a través de esto, hacer algún sentido del mundo, aunque este fuera incompleto, incorrecto, o hasta completamente una fantasía.
Al ser extensamente incompleta la información que cada uno de nosotros puede contener en nuestras mentes sobre la realidad absoluta del mundo y de la infinitud del universo, pero al mismo tiempo tener esa necesidad mental de hacer sentido de todo lo que nos rodea, nuestras mentes tejen, adoptan, y dependen de estos cuentos que formulamos en base a la información incompleta, parcial y muchas veces incorrecta. Este es el origen de la riqueza de las mitologías, las religiones y las ideologías políticas que ha conocido la historia de nuestro mundo.
¿Esto significa que nuestras religiones e ideologías políticas son puramente fantasías carentes de realidad? Algunos llegan al extremo de pensar esto, pero hasta el ateísmo y el cinismo político constituyen una “religión no creyente” y una ideología respectivamente en sí. Estos cuentos y fantasías son la forma en que logramos interpretar la realidad, y por lo tanto son nuestra única forma de conectar con ella. Es la forma en que nuestras mentes imperfectas y limitadas entienden una realidad absoluta que se encuentra más allá de nuestras posibilidades de conocimiento.
La Historia Perdida de Quienes Somos
Más allá de nuestra interpretación de la realidad a través de estos lentes que tejemos y adoptamos, cada uno de nosotros también formula un cuento sobre quienes somos, sobre cual es nuestro lugar en este mundo y sobre como conectamos con nuestro alrededor. Este cuento, que formulamos en base a nuestras experiencias externas e internas, tiene el poder de volvernos personas constructivas, con visión de futuro y de cooperación, o personas sumamente destructivas, basadas en odios, rencores y revanchismos. Este cuento que nos contamos sobre nosotros mismos forma como actuamos y nos desenvolvemos en el mundo.
En esto yace un gran peligro. Mientras el poder de los cuentos puede ser algo sumamente constructivo y positivo, al mismo tiempo es vulnerable a la manipulación de parte de habilidosos demagogos, que con lenguas de miel y emocionantes tramas, nos pueden cambiar nuestras interpretaciones de la realidad para satisfacer sus propios intereses.
Esto es lo que está pasando en nuestro mundo ahorita. Hemos perdido nuestras propias narrativas del mundo y de quienes somos. Hemos perdido el sentido de nuestro futuro, de qué estamos construyendo para la posteridad, de cual es nuestro significado y propósito en el mundo. Vivimos hoy en base a las fantasías que nuestros políticos, nuestras celebridades y las corporaciones nos forman y nos dan de comer cuchareadas. Somos víctimas del consumismo. Pero no del consumismo material, sino del consumismo de un entretenimiento, comercial y político, prefabricado para generar fantasiosas visiones del mundo, que nos mantienen pasivos ante los abusos que se están cometiendo en este.
Los Falsos Héroes
Aceptamos como héroes a aquellos mismos que perpetúan las situaciones destructivas que están llevando al declive de nuestras sociedades, y quienes nos han enfrentado los unos contra los otros como los villanos hacia quienes debemos externalizar el enojo y las frustraciones de una realidad que se vuelve cada vez más difícil. Nos duermen con historias épicas de grandes fuerzas del bien y del mal enfrentadas a través de la historia, y con morbosos secretos y chambres de un mundo escondido a nuestros ojos. Batallas heroicas, teorías de conspiración, morbo sexual, historias de amor, etc. Todos grandes partes de un buen cuento.
Necesitamos recuperar una narrativa honesta de nosotros mismos. Ha sido resultado de nuestra propia pereza y comodidad el que hayamos caído en las trampas de aquellos que hoy se están lucrando ante el deterioro de nuestros niveles de vida y las bajas expectativas ante nuestros futuros.
Nacimos Para Ser Héroes
Hemos nacido para ser hombres y mujeres libres. Esta libertad, de cual nos hace merecedora nuestra propia naturaleza, conlleva una gran responsabilidad. La responsabilidad de respetar y promover la vida, trabajando por proveer sustento y un mejor futuro para nosotros mismos y nuestros seres queridos, pero siempre dentro del más absoluto respeto por la vida de otros. Somos seres capaces de crear y construir increíbles obras. De utilizar nuestra fuerza y nuestro intelecto en cooperación mutua para superar todos los obstáculos que la vida nos puede enfrentar, tanto como individuos, como sociedad.
Hemos nacido para ser grandes, pero esto depende del mutuo respeto de esa libertad que es base fundamental de nuestra naturaleza. Cuando en una sociedad unos, sean estos una minoría o una mayoría, deciden beneficiarse utilizando la fuerza y el poder para imponer sus intereses sobre los de otros, el destino de esa sociedad se ve condenado al deterioro. De aquí nacen falsas ideologías. Marcos mentales desarrollados para perpetuar la condición parasitaria de la cual se benefician políticos, criminales, y todos aquellos que hacen su vivir de aprovecharse del poder y la fuerza.
Desnudemos la ilusión que hoy se nos presenta como inevitable realidad. Retemos las convenciones del sistema que han creado. Cuestionemos nuestras propias conclusiones sobre quienes nos representan. Que la realidad que estamos viviendo actualmente nos demuestre que todos aquellos que se hacen pasar por nuestro “líderes”, políticos, sociales, empresariales, etc, nos han fallado. Construyamos desde hoy una nueva visión común, dejando atrás los lastres del pasado que nos han llevado a esto, y asumiendo la responsabilidad de honrar a la vida con nuestro trabajo, nuestra perseverancia y nuestra convicción.
Brave New World
Me gustó bastante tu reflexión, consumimos demasiado y no creamos nada.