Si el mundo que nos rodea demuestra estar enfermo, no puede ser sano tratar de obligarnos a nosotros mismos a adaptarnos y acoplarse a el. Nos dicen que para cambiar las cosas hay que trabajar dentro del sistema, pero cuando el organismo está tan terminalmente infectado, se puede volver demasiado contagioso. Los cambios radicales deben empezar dentro de uno mismo.
El principio de la Destrucción Creativa nos enseña que para crear algo nuevo y mejor hay que destruir lo antiguo y obsoleto. Nada entra a la existencia por arte de magia. La construcción se basa en la recomposición de los recursos existentes de formas nuevas e innovadoras basadas en visiones únicas que se atreven a confrontar y retar al status quo.
Para cambiar el mundo, es necesario ser subversivo. No importa cual sea tu rol en la vida, siempre cuestiona lo que el resto del mundo espera de ti. Siempre cuestiona lo que esperas de ti mismo y como te defines a ti mismo. Redefine constantemente lo que significas para el mundo, y serás tu quien le construyas el significado a él.