En un mundo post tregua la violencia se ha vuelto una herramienta de negociación. No es coincidencia que en los meses previos a la toma de posesión del nuevo gobierno hemos sido testigos del recrudecimiento de la violencia por parte de las pandillas criminales. Los criminales se han dado cuenta que tienen una palanca poderosísima con la cual negociar con el gobierno: el sufrimiento y el temor del pueblo.
Culpas hay suficientes para repartir, tanto en años recientes, como en quinquenios anteriores. Lo cierto es que el tema de las pandillas, y de la seguridad en general, no ha sido tratado con la sensatez, honestidad, transparencia y compromiso que requiere. El manejo mediático de la seguridad por parte de los últimos gobiernos ha causado que un problema serio se vuelva una epidemia crítica. Solucionar esta situación no será fácil, pero no sólo es insostenible, sino la más grande injusticia humana, que se permita que las cosas continúen así.
¿Cómo solucionar esta espiral de violencia que enfrentamos? Ciertamente requiere de un enfoque amplio y diversas estrategias, pero a continuación detallo tres ideas que considero necesarias como parte de este esfuerzo global.
1. Desarticulación de las pandillas
Existe un debate importante, y completamente válido, sobre si es posible prohibir legalmente la pertenencia a una agrupación. La libertad de asociación es un derecho fundamental dentro de un Estado de Derecho, y es importante que el Estado solo pueda perseguir y castigar a individuos por actividades claramente criminales, y nunca por comunicar ideas u organizarse con propósitos diferentes a los promovidos por el Gobierno de turno.
Entendiendo esto, y reafirmando el derecho a la libertad de asociación, también hay que entender que las pandillas existentes, como la MS y la 18, existen con el propósito expreso de delinquir, y se financian a través de actividades criminales. La pregunta aquí debe ser si el solo hecho de pertenecer a dichas organizaciones aporta a sus objetivos y a las acciones que estas desarrollan. La respuesta claramente es sí.
Si estas organizaciones están aterrorizando a la ciudadanía a través del uso de la violencia con fines políticos, esto representa acciones de terrorismo. El actuar reciente de las pandillas deja esto claro. Por lo tanto, deben ser consideradas organizaciones terroristas, su existencia debe ser prohibida, y el ser miembro de ellas debe ser considerado un crimen.
2. Granjas de rehabilitación
Establecido lo anterior, también hay que tomar en cuenta que todo ser humano comete errores. También considerar las condiciones humanas precarias en las cuales viven muchos de los jóvenes que terminan ingresando a maras. Ciertamente los dados están cargados en su contra, y muchos no ven otra salida más que entrar a las maras. Por esta razón es importante ofrecerles una salida a aquellos que no sean culpables de asesinato, violación u otros crímenes violentos.
Gran parte del problema es que muchos no se atreven a salirse de las maras por la amenaza de violencia en su contra. Por eso hay que ofrecerles espacios de reclusión voluntaria, donde puedan ingresar a un proceso de rehabilitación en el cual el Estado vele por su seguridad.
Estas granjas de rehabilitación, cuyo ingreso fuera voluntario, no son un premio, pero tampoco una prisión. Los que ingresen al proceso deberán financiar su estadía, su alimentación y sus estudios a través de trabajo productivo que se organice internamente. Se les ofrecerán oportunidades de estudio y de capacitación por el tiempo que deseen, siempre y cuando sigan trabajando para cubrir dichos costos. Hasta se pueden considerar modelos de auto-gestión, donde los mismos internos organicen y coordinen las actividades y los servicios que se ofrecen internamente.
3. Legalización de las drogas
No hay forma más efectiva de desarticular una organización que eliminando sus fuentes de financiamiento. Estas organizaciones se forman y desarrollan porque el final representan la actividad más lucrativa a la cual se pueden dedicar. Si se legaliza, o despenaliza, la comercialización de las drogas, se les quita a las organizaciones criminales el monopolio sobre esta actividad, y por los tanto sería un fuerte golpe financiero.
Esto no significa que se debe promover o tolerar el consumo de drogas. Por el contrario, se debe combatir el consumo desde una perspectiva de salud pública, trabajando junto a la sociedad civil y las iglesias en la prevención y rehabilitación como esfuerzos principales para reducir los índices de consumo.
En lo que las organizaciones criminales se vuelvan menos rentables para sus miembros, los costos y riegos de pertenecer a dichas organizaciones se incrementen mediante la persecución efectiva de los criminales, y se les dé una salida segura a aquellos que deseen rehabilitarse, los incentivos actuales a la actividad criminal se invertirán. Las tres medidas planteadas no son soluciones absolutas, pero ciertamente fueran acciones decisivas en la dirección correcta.
Al leer su comentario puedo observar la falta de información que usted posee sobre este tema para tener una opinión objetiva, regularmente sus análisis son muy completos pues pienso que posee buena información y tiene la mente para analizarla y sacar buenas conclusiones, pero esta vez su debilidad es la información que posee, debe leer mas sobre las pandillas y si es posible tener un acercamiento con alguno de sus miembros para ver como en realidad son.
Le voy a dar unos tips que talvez le permitan un mejor análisis en el futuro:
1. Las miembros de las maras son cerca de 60,000 y estan en todo el pais, hay muchos territorios que ellos manejan y al contrario de lo que usted piensa, la fase del miedo de la población en esos territorios ya pasó y la gente ahora los respeta como la autoridad, serían muy pocos los que voluntariamente se presentarán a las granjas.
2. Su objetivo principal no es delinquir pues de lo contrario despues de cerca de 20 años de existencia local, los dirigentes estarían forrados de dinero y no vemos ningún Pablo Escobar ni Chapo Guzmán entre ellos. Es una cuestión para psícologos sociales definir cual es el objetivo real de las pandillas pero creo que el poder territorial o reconocimiento social tiene que ver mucho en ello.
3. El mayor enemigo de las pandillas no es la población, ni el gobierno, es la mara contraria, esa que mata a su gente y trata de tomar sus territorios, la mayoria de muertos se deben a enfrentamientos por disputa de territorios y gente que casualmente iba pasando en el lugar equivocado o que es confundida con un enemigo. Si no existieran dos maras el problema quedaria reducido sustancialmente pues los que quedaran no tendrían con quien luchar y eso para muchos no sería atractivo.
4. Las pandillas esta formadas principalmente por jóvenes ( Un altísimo porcentaje tienen menos de 30 años), los mas viejos se han ido retirando con el aval de la pandilla antes de los 40 años. Y no es que los jóvenes sean tontos y mas fáciles de convencer que los viejos, es porque andan sedientos de aventura, poder y adrenalina fluyendo en su cuerpo, no hay nada en este país que compense eso y como no hay trabajo, las alternativas son pocas.
5.Los mayores distribuidores de drogas NO son las pandillas, son otros delincuentes, o le compraría usted un pucho de monte o un perico de coca a un tipo tatuado con cara de loco que lo puede matar al darse la vuelta, no lo creo. Ellos son mas consumidores que distribuidores pues para algunos la droga es la gasolina para su comportamiento.
La solución a este grave problema no es fácil y se requiere las mentes de muchos para buscarla, la suya es privilegiada y debería informarse mas. Ademas es urgente pues imagínese que sucedería si los narcos logran convencer a alguna de las maras y los arman, son 60k, este país se volvería un infierno.
Muchísimas gracias Juan por tus comentarios y la información compartida. Ciertamente es un problema muy complejo ante el cual no soy experto. Si tienes otras lecturas que me pudieras recomendar, te agradecería me las compartieras. Considero que siempre hay que analizar los problemas desde diversos ángulos, particularmente alguno tan complejo como este. Sí considero que el Estado no puede permitir el ejercicio de control territorial de organizaciones paralelas, como los son las pandillas, pues rompe el monopolio del uso de la violencia sobre cual un estado se debe fundamentar, problema que tiene implicaciones serias más allá de la seguridad, particularmente en temas de institucionalidad. Adicional a la consideración que la función fundamental del Estado, sobre la cual se justifica moralmente su existencia, es la protección de la vida, libertad y propiedad de los ciudadanos, derechos los cuales las pandillas violentan sistematicamente.
Nuevamente, muchísimas gracias por tus comentarios.
Saludos.
Gracias a ti por tan buenos articulos que publicas. Un buen inicio seria leer todo lo que » El Faro» viene publicando desde hacer varios años sobre las pandillas, hay uno especialmente que es una cronologia de la formación de las mismas en El Salvador, ahi te podrás dar cuenta que los pandilleros que vinieron inicialmente de USA no hicieron sus primeros reclutamientos entre delincuentes sino entre grupos de estudiantes que se peleaban con los de otros colegios en las calles de SS, buscaron aventureros buscapleitos. También hay varias entrevistas que los del Faro han tenido con pandilleros que le permiten a uno visualizar la forma como estos ven la vida, es muy interesante ver la parte humana de todo esto. Luego también hay mucho en internet sobre diferentes pandillas en el mundo, la mayoría actuan en forma similar, es un fenómeno social complicado, he leido muchos pero ya no me acuerdo de los links, puro google.
Coincido contigo que el control del territorio por parte del Estado es super importante, pero para lograrlo inicialmente y aunque suene algo loco, el estado debe proteger a una mara de la otra y que ellos mismos miren a la autoridad como su protector, eso cambiará los papeles en este conflicto y podrá llevar a una solución definitiva. La tregua fue buena inicialmente pero el estado no supo jugar su papel de árbitro para tranquilizar las cosas, ni tampoco supo hallar una solucion definiva a este conflicto.
Me olvide, hay un libro buenísimo que aunque no es específicamente sobre las pandillas, es sobre conflictos. Se llama: David an Goliath, Underdogs, Misfits, and the art of Battling Giants. Autor: Malcom Gladwell
Está en mi lista de lecturas pendientes, muy buen autor. Muchísimas gracias por la recomendación!
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