¿Por qué aceptamos la mediocridad?
No es facil aceptarlo. Nadie quiere oirlo. Es politicamente incorrecto decirlo… Nos hemos convertido en un país mediocre. ¿O no?
No es facil aceptarlo. Nadie quiere oirlo. Es politicamente incorrecto decirlo… Nos hemos convertido en un país mediocre. ¿O no?
La historia nos ofrece amplia evidencia que cuando, en nombre de los derechos del pueblo, un gobierno se emprende en el desmantelamiento de la infraestructura institucional sobre la cual se edifican los derechos políticos de la ciudadanía, dicha nación se aventura inevitablemente en el rumbo a la tiranía.
La verdadera guerra psicológica es la que el mismo Presidente está iniciando contra los medios de comunicación al amenazarlos con quitarles sus concesiones. Este tipo de actitudes y declaraciones de parte de un mandatario son absolutamente inaceptables y no tienen lugar en una sociedad libre y democrática.
Como salvadoreños, ¿quiénes son los líderes a quienes admiramos y buscamos emular? ¿A imagen de quiénes deseamos moldear nuestras vidas y nuestra sociedad? ¿Será que hemos confundido el rol del líder con el rol del gobernante? Y que por ende, mientras nos sobran aquellas personas que aspiran a gobernarnos, sufrimos de una peligrosa escasez de personas dignas de verdaderamente liderarnos.
Como derecha hemos sido muy críticos del actual y anterior gobierno. No solo por la deteriorada situación económica y social en la que nos encontramos, sino también por prácticas políticas […]
La noche de este miércoles 7 de mayo, ha sido arrestado Rodrigo Diamanti, presidente de la organización Un Mundo Sin Mordaza, por el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) del […]
Es común que nos refiramos al Estado, al Gobierno, a la sociedad, etc., cómo entidades con voluntades y comportamientos propios, pero nunca debemos olvidar que su existencia es solamente conceptual, […]
Decía Henry David Thoreau que la desobediencia es el verdadero fundamento de la libertad. Lastimosamente nuestra sociedad ha sido demasiado verticalista, rasgo cultural que se expresa en nuestra participación política. Hemos rendido culto al líder, y hemos callado la crítica y el pensamiento divergente. Pensemos hasta dónde nos ha llevado esto. Es tiempo que nos despojemos de estos rasgos culturales, que abracemos el pensamiento individual y crítico, y que retemos a las estructuras tradicionales de poder.
Todos, la humanidad en general, y cada uno de nosotros, cometemos el grave error de asumir que el progreso es un constante inevitable. No lo es. El progreso, en todo […]